Una de las cosas más interesantes del mundo de los podcasts es que cualquiera puede hacer uno. La mayoría de creadores, incluso los más admirados, no sabían cómo producir audio antes de empezar. Sin embargo, este medio tan abierto a la exploración a veces trae consigo episodios con chasquidos de boca, ecos incómodos, distorsión, respiraciones excesivamente duras o ruidos de perros y pocillos.

Nosotros creemos que una mala calidad en el sonido juega en contra del vínculo íntimo que un podcaster puede generar con sus oyentes, lo cual es una lástima. La buena noticia es que producir audio de calidad es mucho más fácil que producir, digamos, cine o televisión. Por eso hicimos Sonido Grandioso, una guía para ayudarte a dar esos primeros pasos. Con un poco de dedicación y esfuerzo, no tendrás nada que envidiarle a los podcast que te inspiraron, al menos no en términos de calidad de sonido.